Ya sea un lugar histórico, un museo, una galería de arte, o cualquier tipo de expresión cultural, al romper las barreras geográficas, las visitas virtuales permiten que las audiencias globales accedan a instituciones y experiencias culturales de manera remota, ampliando el alcance más allá de los visitantes locales tradicionales. Esta inclusividad garantiza que las personas que enfrentan limitaciones físicas, restricciones financieras o de viaje puedan seguir interactuando con patrimonios culturales de cualquier tipo.

Además, las visitas virtuales ofrecen experiencias inmersivas e interactivas que cautivan a los visitantes y fomentan una mayor participación con el contenido cultural. Actúan como herramientas educativas valiosas, ofreciendo contenido curado, comentarios de expertos e información contextual sobre artefactos e historia.